lunes

Ya es hora de que pase por este rincón y quite polvo y telarañas y, en su lugar, ponga lo que Gutenberg dio en llamar los veinticinco soldados de plomo. Ahí va la frase:
"La imprenta son veinticinco soldados de plomo con los que se puede conquistar el mundo"
En fin.
No soy de hacer reseñas pero esta es la mejor excusa o razón, según se mire, para seguir llenando este saco de txirlora.
Me lo dijo mi hermana. "Este viernes, por el pasado, presenta su primer libro de poesía un compañero de trabajo en La casa del libro. ¿te animas?
¿Por qué no? pensé. Vamos a ver que se cuece fuera del entramado conocido.
Y allí nos presentamos en el evento.
El libro: 75 ausencias, recuerdos & utopías. El poeta: Ibon Zubiela. Él nervioso. La encargada de presentarle... también. Pero debo decir que la presetación me gustó. Se dieron una serie de ingredientes que a mi entender resultan esenciales.
La asistencia de gente fue buena. Familiares, amigos, compañeros de trabajo y algunos como yo.
La amiga responsable de presentar al poeta dejó bien claro que a lo largo se su aserto, sólo iba a leer cuatro poemas; ni uno más. Como digo, habló del autor, de sus condiciones humanas y entremezcló en todo esto, lecturas breves. Luego habló él. Optó por no leer ninguno de sus poemas y comentar lo raro que era escribir un libro de poesía en el siglo XXI. Yo debo decir en su contra que no es tan raro, que hay mucha gente que escribe y bastante que publica, sobre todo en el ámbito de las ediciones alternativas y editoriales independienes entre las que, intuyo que se encuentra aún a riesgo de equivocarme, la editorial Narradores.
Hizo un ejercicio de humildad, calificando de artistas a quienes le habían inspirado en sus escritos y alejándose él de dicho adjetivo. Vuelvo a discrepar: Estimado Ibon, para plasmar el arte hay que ser también artista.
en fin, el libro no lo he leído. Esta reseña lo es sólamente de la presentación que, como he dicho antes, estuvo bien, administrando los tiempos de forma adecuada, pues todos sabemos lo que puede significar la presentación de un solo autor que se dilate en exceso y si, como yo, te acabas de meter nueve horas de obra enre pecho y espalda, las cabezadas están garantizadas.
Al final me quedé con un buen sabor de boca y con una frase que nada más decirla, la apunté y que él citó como el consejo de una amiga.
La frase o consejo venía a decir que a la hora de escribir, hay que hacerlo para el almacén y no para el escaparate.
Muy visual.
Aurrera Ibon.

1 comentario:

  1. ¡Dios mio! -o del vecino, eso da igual- Creía que este "Saco de Txirlora" iba a estar vacio de por vida.
    Encantada de haberme equivocado, y que aun se pueda sacar algo de "él". Aun con el riesgo de ir a sacar algo; perderse en sus profundidades y ,nunca mas volver.

    Bien,
    BESOS VISUALES ***********************************************
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    Mary

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