El día salió expléndido y Laura y Beatriz eran las encargadas de llevarnos al Escorial, a la Galería De-Autor. Galería de Tucha, con la que me iba a reencontrar después de dos años de intentar coincidir y no conseguirlo. Esta vez sí y al llegar, allí estaba ella, en ese lugar tan acogedor por el que está peleando.
Y la presentación dio comienzo.13:30. Virginia Jiménez, http://www.virginiajimenez.blogspot.com/ autora de las ilustraciones del interior del libro me ayudo a presentarlo, aportando su visión de los relatos y el por qué de los dibujos.

Y al final, unos callos, unos canapés, vino lambrusco, vermut y corrillos de gente charlando. Un buen final para esa experiencia piloto que era el presentar un libro a la hora del vermut.

Después fuimos a comer a un restaurante japonés repleto de creatividad por todos los rincones. Obras creadas por el dueño de dicho restaurante. Al final tuvimos que salir demasiado deprisa pues el autobús no esperaba y, aún así, cambiamos la hora de salida durante la marcha; más que nada para que a Laura, que junto a su hermana nos devolvía a la capital, no se le saliera el pie por debajo del chasis de tanto acelerar. El viaje de vuelta, pues como son todos los viajes de vuelta, pesados y apagados.